Parecía que no iba a llegar, que a ti no te tocaría nunca, habías visto cortar las barbas de tu vecino y ni siquiera habías puesto las tuyas en remojo, pero llegó. En pocos días engrosarás la lista de personas desempleadas y empiezas a hacerte la gran pregunta. Y ahora... ¿qué?.
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Vamos por partes. Tienes que hacer muchas cosas pero la primera es guardar la calma, tranquilízarte y empezar a negociar contigo mismo/a tus emociones, esa es la tarea principal que tienes que hacer en los momentos iniciales. Tu trabajo finaliza o está a punto de finalizar, ya es inevitable, esa es la realidad y el proceso de pérdida, el proceso de duelo, tienes que pasarlo y superarlo. ¡NO TE QUEDA OTRA!. De cómo vayas gestionando esos sentimiento dependerá la marcha de tu proceso de búsqueda activa de empleo.
Inevitablemente te van a surgir muchas preguntas y una afirmación que te golpeará insistentemente el cerebro: ¡Tenía que haber hecho algo!. Efectivamente, claro que quizá se podía haber hecho "algo" pero es ahora cuando realmente habrás de concretar ese "algo" y comenzar a hacerlo. Todo a su tiempo, sin prisas y guardando un orden lógico de prioridades. Iremos hablando de todas estas cuestiones pero lo prioritario ahora es acudir a tu oficina de empleo.
Los primeros días dedícalos a adaptarte a tu nueva realidad y a regularizar tu situación como desempleado. Dispones de 15 días para solicitar la prestación por desempleo, así que recopila y ordena contratos, nóminas, certificados de cursos realizados, vida laboral y cualquier otro documento que necesites para realizar o actualizar tu demanda de inscripción, es decir, tu información personal y laboral que queda grabada en una base de datos y se refleja en un documento en el que figuran tus datos de formación, tus conocimientos complementarios (idiomas e informática), experiencia laboral, conocimientos específicos, profesiones solicitadas, tu disponibildad para el empleo (horarios, disponibilidad para desplazarte,...) etc. Piensa bien en todo ésto antes de acudir a tu oficina de empleo y aunque allí serás entrevistado y asesorado por un técnico, conviene que hayas reflexionado previamente sobre todo ésto y especialmente en lo relacionado con las ocupaciones que vas a solicitar y las condiciones laborales en las que quieres trabajar. Ten muy en cuenta que el registro de la experiencia y la formación no se realizará si no hay comprobación documental de las mismas por parte del asesor/a que te atienda por lo que deberás llevar a la cita los documentos originales.
Si has trabajado un mínimo de 360 días tienes derecho a solicitar la prestación contributiva. Para ello deberás presentar en los servicios públicos de empleo la siguiente documentación:
Utiliza el servicio de cita previa para comenzar todos tus trámites iniciales.
Vamos por partes. Tienes que hacer muchas cosas pero la primera es guardar la calma, tranquilízarte y empezar a negociar contigo mismo/a tus emociones, esa es la tarea principal que tienes que hacer en los momentos iniciales. Tu trabajo finaliza o está a punto de finalizar, ya es inevitable, esa es la realidad y el proceso de pérdida, el proceso de duelo, tienes que pasarlo y superarlo. ¡NO TE QUEDA OTRA!. De cómo vayas gestionando esos sentimiento dependerá la marcha de tu proceso de búsqueda activa de empleo.
Inevitablemente te van a surgir muchas preguntas y una afirmación que te golpeará insistentemente el cerebro: ¡Tenía que haber hecho algo!. Efectivamente, claro que quizá se podía haber hecho "algo" pero es ahora cuando realmente habrás de concretar ese "algo" y comenzar a hacerlo. Todo a su tiempo, sin prisas y guardando un orden lógico de prioridades. Iremos hablando de todas estas cuestiones pero lo prioritario ahora es acudir a tu oficina de empleo.
Los primeros días dedícalos a adaptarte a tu nueva realidad y a regularizar tu situación como desempleado. Dispones de 15 días para solicitar la prestación por desempleo, así que recopila y ordena contratos, nóminas, certificados de cursos realizados, vida laboral y cualquier otro documento que necesites para realizar o actualizar tu demanda de inscripción, es decir, tu información personal y laboral que queda grabada en una base de datos y se refleja en un documento en el que figuran tus datos de formación, tus conocimientos complementarios (idiomas e informática), experiencia laboral, conocimientos específicos, profesiones solicitadas, tu disponibildad para el empleo (horarios, disponibilidad para desplazarte,...) etc. Piensa bien en todo ésto antes de acudir a tu oficina de empleo y aunque allí serás entrevistado y asesorado por un técnico, conviene que hayas reflexionado previamente sobre todo ésto y especialmente en lo relacionado con las ocupaciones que vas a solicitar y las condiciones laborales en las que quieres trabajar. Ten muy en cuenta que el registro de la experiencia y la formación no se realizará si no hay comprobación documental de las mismas por parte del asesor/a que te atienda por lo que deberás llevar a la cita los documentos originales.
Si has trabajado un mínimo de 360 días tienes derecho a solicitar la prestación contributiva. Para ello deberás presentar en los servicios públicos de empleo la siguiente documentación:
- Impreso de solicitud de la prestación que incorpora la declaración de los hijos a cargo y sus rentas, los datos de domiciliación bancaria, el compromiso de actividad y la autorización de petición de información a la AEAT (Agencia Tributaria)
- Identificación del solicitante y de los hijos o hijas que conviven o están a su cargo y que figuren en la solicitud (bastará con la exhibición de los documentos): DNI o NIE vigentes y Libro de Familia, o documento equivalente en el caso de extranjeros.
- Certificado de empresa en la que se haya trabajado durante los últimos seis meses, firmado y sellado. Algunas empresas lo envian por vía telemática al SEPE y no se lo entregan al trabajador. Infórmate previamente en tu empresa de la forma en la que van a proceder.
Utiliza el servicio de cita previa para comenzar todos tus trámites iniciales.