Sin lugar a dudas, el establecimiento del Objetivo Profesional es un paso clave dentro de la búsqueda activa de empleo.
La formulación de este objetivo debe formar parte de un proceso de toma de decisiones en el que se debe dar respuesta a tres preguntas:
- ¿Qué quiero hacer? En relación a nuestros intereses y motivaciones.
- ¿Qué se requiere? En relación a las exigencias competenciales del puesto.
- ¿Qué puedo y sé hacer? En relación a aptitudes, actitudes, conocimientos y destrezas
Posteriormente se valorará el realismo de ese objetivo en función de la oferta laboral y las características del entorno donde se quiere desarrollar la profesión.
En relación a este tema, existen varias teorías que tratan de explicar las variables que intervienen en la determinación de ese objetivo profesional. Entre ellas destaca la Teoría de John L. Holland sobre la "Elección de la carrera", quizá la teoría más conocida y utilizada en orientación laboral.
Según Holland, la elección de la vocación profesional está directamente relacionada con nuestra personalidad. Determinó que existían 6 tipos distintos de personalidad:
- Realista, o individuos a los que les gusta el trabajo manual.
- Investigadora, que prefiere actividades que implican pensar, organizar y comprender.
- Artística, con preferencia por las actividades que permitan la expresión creativa.
- Social, o la preferencia por actividades para ayudar o enseñar a otros.
- Emprendedora, con tendencia a las actividades de influencia y/o poder sobre los demás.
- Convencional o personas que prefieren actividades ordenadas, definidas y reglamentadas.
No debemos entender que cada persona pertenezca de forma exclusiva a un tipo de personalidad sino que cualquiera de nosotros tenemos intereses asociados a cada uno de los tipos pero ordenados de mayor a menor interés según nuestras preferencias. La mayoría de nosotros somos una combinación de tipos (Realista-Investigador, Artístico-Social, Convencional-Realista...) por lo que con mucha frecuencia tendremos en cuenta varias ocupaciones correspondientes a dos o tres categorías.
Para facilitarnos su comprensión, Holland representó gráficamente su teoría utilizando un hexágono en el que los tipos de personalidad que están más cercanos son más parecidos entre sí que los tipos que están en oposición. De esta forma, una persona con la mayoría de intereses en la zona Social, participará de un mayor número de intereses en las zonas de Artística y Emprendedora que en la zona Realista, que sería su opuesta.
A modo de ejemplo, en la siguiente tabla se muestran algunas profesiones que se corresponden con los rasgos dominantes en cada categoría:
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